RECUERDOS DE BARCELONA 92

Alfonso Martínez abrió el camino para el olimpismo isleño con su designación para ser árbitro en Barcelona 92, fue Juez de Silla de los números uno: Ivanisevic, Courier Arantxa.

Los Juegos de Barcelona marcaron un antes y un después para el olimpismo español y también para el tenis canario, por cuanto varios árbitros isleños fueron seleccionados para ir a la Ciudad Condal y ejercer como jueces de silla en un inolvidable torneo que se saldó con medallas para el casillero nacional y algunos partidos imborrables

Alfonso Martínez, tinerfeño del Toscal fue el pionero «Mi padre nació en 1933 y con nueve años se fue a Madrid». revela su hijo, el carismático presidente del CT Pabellón, una de las Instituciones señeras en el crecimiento del tenis en Santa Cruz y en la Isla. Primero probó suerte con el fútbol, pero una lesión le impidió avanzar; y en los setenta se enamoró del tenis en Francia

A su regreso a la Isla le nombraron secretario técnico de la Federación Insular, creó el comité de árbitros y empezó a dirigir partidos importantes a escala regional, tales como finales del Campeonato de Cananas. En el 89 es cuando le llega la llamada que marca su vida deportiva, querían que arbitrase en Barcelona.

Las páginas de Jomada Deportiva destacaron sus logros en una entrevista publicada antes de viajar a los Juegos “Una noche, a las once, recibí una llamada del presidente de la Real Federación Española de Tenis, que me preguntaba si estaba dispuesto a arbitrar. La proposición me cogió de sorpresa y le pedí que me diera tiempo, pero no lo había Ante la disyuntiva, dije que sí” recordaba el pionero Alfonso, figura esencial en la historia del tenis canario

Lo mejor aún estaba por venir. Algunos de los partidos para enmarcar de aquella cita olímpica sobre la arcilla del Godó fueron para el tinerfeño. Arbitró a Jim Courier, a Ivanisevic, a Arantxa Sanchez Vicario, a Conchita Martínez. “También conoció a Casal, y a Julie Halard, que fue número uno del mundo en dobles y era amiga de la familia, tenía igualmente una buena relación con Manolo Santana”, rememora su hijo, orgulloso de unos logros que ahora evoca con motivo de la cita olímpica de París, donde una vez mas, el tenis ha sido uno de los deportes que han reinado en audiencias presenciales y televisivas. Hasta el punto de que algunos partidos fueron declarados de alta demanda incluso para la prensa acreditada

Alfonso Martínez Magán. que ha seguido los pasos de su padre y ha transmitido su pasión por la raqueta a varias generaciones de tenistas canarios, quiso seguir la estela y se apuntó como voluntario para ir a París. No tuvo la suerte de que le llamaran, pero en la distancia ha seguido con fruición un torneo inolvidable.

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